Diego A. Nieto Marcó

Diego A. Nieto Marcó

Direccion web:

Minicuentos

Publicado en Minicuentos

MINICUENTOS

MINIPRÓLOGO

El minicuento, por su extensión, nos tienta a leer uno tras otro. (Olvidamos que se

acerca más al poema que a la narración.) Así, la emoción de cada uno elimina la del

anterior. Los Petits poèmes en prose de Baudelaire o los cuentos del maestro

Anderson Imbert nos aconsejan hacer lo contrario: dejar el libro y saborear lo leído.

 

ELLA

I

MADRE

Noche tropical, de las que invitan a la contemplación y su felicidad. Me senté en la

terraza del primer café que encontré en Avenida Copacabana.

Leer más...

Poemas

Publicado en Poesía

…man’s renewed birth
Fulke Greville


XVIII


Como una inmensa mano de monótono silencio
entra la noche.
El azul, hondo hasta lo negro, es un estanque
donde irrumpen y se esconden y se asoman y se esfuman
vacantes
los recuerdos.
Ni una gota de esperanza queda en mi plumaje
aterido
de tanto golpe, tanta lluvia, tanto viento.
Mi cabeza se sumerge, mis patas
bajo el agua
impulsan aguas acaso condenadas al olvido.
Pero otra vez se yergue el cuello, y el aire, el aire
busca mis pulmones.
Y la mano y la noche y el silencio
se despliegan.
Con un lento ademán de sombras largas que se alejan
en el horizonte
albea.

Leer más...


SOLOS


We live, as we dream—alone. . . .
Joseph Conrad


En cuanto el chasquido de la llave resonó por el pasillo y las escaleras vacías, el hombre, con las yemas de los dedos, empujó la puerta, tanteó la pared a su derecha, encendió la luz y se volvió a la mujer:
—Pasa. Como si estuvieras en tu propia casa —a ellas siempre había que cederles el paso, no importaba lo que fueran o el país del que vinieran; así le habían enseñado de niño y así debía ser.
La mujer, acostumbrada a entrar en viviendas de extraños, miró a su alrededor sin reparo: el vestíbulo pequeño y su perchero, la cocina a la izquierda, el cuarto de baño a la derecha, otra puerta y su penumbra, que más que miedo le produjo curiosidad. Él entró y, sobre una mesita frente al sofá, encendió una lámpara que dio una luz blanco azulada.
—¡Wooo! —se sorprendía ella; pero no por el salón, los muebles, las cortinas; con lo que le había costado buscar, decidir, elegir, comprar; sino que se sorprendía por lo más natural: las paredes de suelo a techo cubiertas de estantes llenos de libros.

Leer más...

La experiencia de Fernández

Publicado en Libros cat

LA EXPERIENCIA DE FERNÁNDEZ

(de Cuentos de un hombre a solas)

 

Hacía años que Fernández, ingeniero y funcionario de obras públicas, sospechaba que el tedio regulaba su vida. Con puntualidad, se levantaba, ya sin siquiera mirar a Marta, y, después de un café de pie y del ascensor que terminaba de despertarlo con las sacudidas en la cuarta planta, salía al tempranero ajetreo de la calle, que ya no advertía, porque él mismo era parte de ese ajetreo. Al cabo de veintinueve pasos exactos, diariamente contados en el transcurso de quince años que habían pasado con la velocidad del relámpago, llegaba a la esquina, cruzaba en diagonal hacia la izquierda y en diagonal seguía a través del parque. Su vida era fiel al “de casa a la oficina, de la oficina a casa”.

Leer más...
Subscribe to this RSS feed