Para quienes estamos acostumbrados a hurgar en el Project Gutenberg (http://www.gutenberg.org/) no es ninguna sorpresa encontrarnos de cuando en cuando con autores que nos llenan de regocijo aun cuando no hayamos oído hablar de ellos en nuestra vida. Es normal, diferentes épocas, diferentes lenguas, diferentes culturas, a veces miles de kilómetros y hasta distanciamientos políticos nos los ocultan. En esta ocasión me topé con Leonid Andréiev, que pronto dejó de ser un total desconocido cuando oí a Anoushka, alumna rusa que tenía entonces en clase, hablar con gran entusiasmo de él.